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No es fácil intentar cambiar tus hábitos, sobre todo cuando vives en una sociedad consumista. Creo que muchos ya entendimos que el consumo capitalista no está preocupado por la sobre explotación de los recursos naturales ni de la cantidad de basura que produce. Por eso creo que es muy importante aprender a REUTILIZAR. No es fácil cambiar tu perspectiva del mundo, pero tampoco es imposible.
¿Alguna vez has analizado cuánto desechas a la semana?
Empecé a hacerlo cuando empecé a buscar maneras para vivir un poco más sustentable. Es un buen ejercicio: cuando saques la basura de tu casa, observa cuántas bolsas llenas, de qué tamaño y de dónde vienen tantos desechos. Así fue cómo me di cuenta de que la mayoría de mis desechos eran plásticos y por eso empecé a buscar alternativas sostenibles.
Nuestro modelo económico nos ha convencido de que el plástico y sus compuestos son esenciales para nosotros. Esto es una mentira. El plástico se produce con petróleo, por ende, forma parte del negocio más lucrativo de nuestra sociedad capitalista. Se usa porque le conviene a un sector, nada más y nada menos.
Antes, todo venía en envases de vidrio, y estábamos acostumbrados a regresar casi todo a las tiendas para que se pudieran reutilizar. El sistema cambió y esto significa que puede volver a transformarse.
Una de las lecciones más importantes que he aprendido a lo largo de este camino, es que las pequeñas acciones realizadas por muchas personas generan un gran impacto.
Y aquí es donde entra la reutilización: si cambias tu manera de consumir, entonces estás cambiando tu relación con los desechos. Para ayudarte, te comparto tres consejos que me han ayudado a mí a seguir motivada.
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Considera el empaque/ la envoltura
Primero lo primero, si ya estás intentando cambiar, entonces significa que estás dispuesta a no comprar por comprar o, seguir con las mismas excusas. Por ejemplo: es muy difícil, no hay opciones, es más caro,… Siempre puedes elegir qué comprar y a quién. Debe ser una decisión consciente.
Quiero creer que todo se puede reutilizar. Estoy consciente de que hay un gran problema de diseño. Piensa en los plásticos de un solo uso: las envolturas de botanas, dulces y otras cosas que estamos acostumbrados a abrir y tirar sin pensarlo dos veces. Desde que se diseñaron estas envolturas, se tenía pensado que no iban a durar más allá de su función. Se crearon para tirarse y ese es la raíz del problema.
¿Qué podemos hacer? Hay que aprender a darle una larga vida útil a las envolturas, bolsas de plástico, cajas y demás cosas que estamos acostumbradas a tirar a la primera. Y si no se puede, entonces no comprar productos envueltos en plásticos de un solo uso. Eso es lo que busca el movimiento zero waste y es una de las tantas alternativas disponibles para reducir los desechos del mundo.
Te puedes hacer esta serie de preguntas antes de comprar algo, sin importar el tamaño, precio o marca, a mí me ha ayudado mucho:
- ¿Cuánto me va a durar lo que estoy comprando?
- ¿Puedo conseguir el mismo producto, en otro lugar de manera sustentable? Ejemplo: envoltorio, material con el que está hecho, lugar en el que fue hecho,…
- ¿Puedo reutilizar la caja/ bolsa en la que viene empaquetado?
- ¿Cuántas veces?
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Invierte en calidad
Aunque he estado enfocándome en reutilizar lo que compro, eso no significa que ya no he adquirido algo nuevo. Es un cambio de mentalidad y una gran parte de eso es comprar de manera consciente. Recuerda que el objetivo de REUTILIZAR, es que, desde el momento en el que decides que quieres comprar algo, no solo te fijes en el artículo, sino que empieces a considerar en qué otra cosa se puede convertir, y los desechos que estás evitando crear.
Por eso es importante invertir en calidad. Uso la palabra invertir porque, de ahora en adelante, todo lo que compres debe tener una vida larga, y para ello siempre debes poner calidad del objeto sobre cantidad del precio. Estoy de acuerdo en que en cuanto les ponen la etiqueta de zero waste, orgánico o sustentable, de repente el costo sube cuando no debería ser así.
Compara precios, fíjate en dónde fueron creados los artículos, de dónde provienen los recursos y cuánto tiempo te va a durar. Compra con consciencia de ahora en adelante, y verás como poco a poco, tu entorno se hará más sustentable.
Si no lo has hecho, te recomiendo invertir en un buen termo para tu agua, para al fin dejar las botellas desechables atrás. Yo compré uno de plástico hace unos meses que pensé que era bueno y, a la primer caída (se me resbalan las cosas) se rompió la base. No más termos de plástico para mí, decidí invertir en uno más duradero.
Las almohadillas desmaquillantes reutilizables son mucho mejor que los productos desechables, tanto por la suavidad, como por la calidad del material con el que están hechos. Lo mejor es que puedes comprar paquetes según tus necesidades una vez, y así disminuir tus desechos. Muchas marcas incluyen la bolsa para lavar y evitar que se te pierdan.
Por si no lo sabías, las toallitas húmedas desmaquillantes, ni los algodones que venden en el súper son sustentables. Se tardan en descomponer por los químicos con los que han sido creados.
Tip: remójalas con agua y jabón unos minutos antes de echarlas a lavar y verás cómo salen hasta las manchas de rímel.
También puedes sustituir las de papel por unas de que puedas lavar y reutilizar. Si se te dan las manualidades, incluso las puedes hacer.
En algún momento discutí con alguien sobre el higiene de las y, recuerdo la cara que puso cuando le comenté que si vas a un restaurante y esperas que las servilletas de tela estén limpiar, por qué las de tu casa no iban a estarlo. Repito: es cuestión de perspectiva, estamos muy acostumbrados a cierta comodidad que va de la mano con la creencia de que la basura desaparece una vez que la tiramos. Ahí sigue acumulándose.
Si sigues usando pilas, compra recargables, aunque siempre es mejor invertir en electrónicos recargables (y desconectar los cargadores cuando no los uses).
La basura electrónica es de la más nociva para nuestro planeta ya que, si no son tratados de la manera apropiada, los químicos y minerales tóxicos que contienen, contaminan el agua y la tierra. Por eso siempre debes buscar dónde entregarlos y no sólo tirarlos al basurero.
Sé creativa para reutilizar
Le puedes encontrar un segundo uso a todo, desde usar las playeras viejas como trapos para limpiar, botellas de plástico como macetas y si se te dan las manualidades, las posibilidades de encontrarle un uso a cada contenedor de plástico son interminables.
Yo por ejemplo, ya me acostumbré a reutilizar todas las cajas de cartón sin importar el tamaño. Cada que entra alguna en mi casa, procuro encontrarle un lugar, ya sea seccionando mis cajones y estantes, como botiquín abierto, lapiceros, en fin, me sigue sorprendiendo lo útiles que se vuelven al encontrarle un segundo uso.
Todos los envases de vidrio se pueden reutilizar para almacenar comida, u objetos misceláneos como pines, clavos (mi papá hacía esto), hilos, monedas… Las posibilidades son interminables cuando de verdad lo piensas y te comprometes con la reutilización.
Recuerda que la basura de uno, puede ser el tesoro de otro. Así que dona o vende lo que puedas para que su vida sea larga.
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Sigo insistiendo que lo mejor que puedes hacer es empezar con acciones pequeñas porque una vez que sientas que lo vas dominando, te vas a sentir motivada para seguir. Así es como vamos a transformar el mundo, poco a poco vas a ir cambiando la manera en la que analizas todo lo que compras, y un día te darás cuenta de que ya se volvió un hábito.
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